Pequeños exploradores: Casas de hadas
- Little Explorers
Dales a los niños un estímulo para su imaginación y un "trabajo útil" para hacer, y los mantendrás ocupados durante horas. ¡Aquí tienes una actividad divertida que implica buscar, coleccionar, construir y decorar interiores en miniatura!
Esto se puede hacer en cualquier lugar, solo requiere una pizca de imaginación. Dile a tus Pequeños Exploradores que has oído que las hadas se están quedando sin casas y necesitan su ayuda. Pídeles que encuentren un lugar perfecto y escondido para la construcción. Quizás la base musgosa de un árbol, en la esquina del jardín o una cala rocosa en la playa. Luego, haz que recojan materiales de construcción. Mantén la naturaleza: ¡a ninguna hada le gusta que su casa esté llena de basura o hecha con pegamento! Ramitas, piedras, piñas, arena, conchas, hojas, mechones de lana, algodón, plumas, corteza y flores: todo es útil.
Crea tu casa desde el suelo. Pregúntales a tus hijos si las hadas preferirían un suelo de barro prensado o quizás de arena. ¿Las paredes estarán hechas de capas de ramitas o corteza? ¿Es una casa alta o redonda? ¿Y el techo? ¿Debería estar hecho de hojas o de hierba seca? ¿Y qué tal unas cuantas bellotas para hacer cuencos o piedras para hacer mesas? Nosotros usamos sillas de arcilla en miniatura y cuencos pequeños que hicimos unos días antes. ¡Definitivamente necesitarás flores para decorar!
¡Realmente encontramos una bota de hada de verdad en el bosque! Nuestros pequeños exploradores insistieron en que la dejáramos allí para que ninguna hada se quedara cojeando con un solo zapato puesto. Pero es una buena idea llevar un accesorio, tal vez una silla de casa de muñecas, para "encontrarla". Esto pondrá en marcha su imaginación y comenzará la magia. Una vez que crean que es verdad, incluso el escéptico más gruñón dejará de golpear un árbol con un palo y querrá participar. Y vale la pena señalar que los elfos también viven en estas casas si a los niños no les atrae.
Exploradores expertos : Aunque a menudo pensamos en las hadas como criaturas bellas y amables, tienen una reputación mucho peor en el folclore. Originalmente se pensaba que eran espíritus malignos de los que había que protegerse. Ahora las imaginamos como seres humanos en miniatura con alas, pero al principio se las veía como seres altos y luminosos o trolls encogidos y marchitos.
¡Nos encantaría ver fotos de las casas de hadas que tus pequeños exploradores han creado!